viernes, 18 de enero de 2008

Evaluación de la Gestión Metropolitana de Lima el 2007

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Con ocasión del 473 aniversario nuestra ciudad y coincidiendo con el primer año del segundo período de gestión del alcalde Luis Castañeda, Ciudad Nuestra ha preparado un documento de evaluación de la gestión metropolitana que deseamos compartir con ustedes. Nos anima el deseo de reflexionar sobre Lima , sus problemas y desafíos e ir construyendo, juntos, el proyecto de ciudad que incluya a todos y que despierte nuestro cariño hacia ella.
Cordialmente,

RAFAEL GARCIA MELGAR
Director Ejecutivo
CIUDAD NUESTRA
t. (511)2436377

Evaluación de la Gestión Metropolitana de Lima el 2007

Con ocasión del Aniversario de Lima, que se celebra el próximo viernes 18 de enero, la Asociación Civil Ciudad Nuestra se dirige a los hombres y mujeres de Lima para compartir nuestra evaluación sobre la gestión de la ciudad durante el año 2007. Queremos contribuir así a un diálogo público sobre los avances y retrocesos en dar solución a los grandes problemas de Lima.

Ciudad Nuestra es una organización de la sociedad civil que quiere contribuir a desarrollar una visión compartida sobre los desafíos que tenemos para mejorar la calidad de vida en Lima y hacer de ella, nuestra ciudad, una ciudad bella y moderna, cómoda, segura y ordenada, y llena de oportunidades para todos. Una ciudad, nuestra ciudad, en la que todos nos sintamos responsables de su bienestar y de su futuro.


1) En transporte público

Reordenamiento del tránsito y racionalización de rutas:

Aunque la construcción de la infraestructura del Metropolitano se ha iniciado, lo que es muy positivo, aun sigue pendiente: a) la racionalización de las 519 rutas de transporte público, que se deberán reducir a por lo menos la mitad, y ser concesionadas por un plazo no menor de 10 años, para permitir la renovación de la flota vehicular; b) la ofrecida continuación del tren eléctrico, proyecto del que se desconoce la demanda actualizada; c) el plan integral de transformación del transporte público.

Institucionalidad:

Continuamos sin una autoridad de transporte integrada, lo que provoca conflictos de competencia, desorden y falta de autoridad en la definición y aplicación de políticas. También alienta la intromisión del Gobierno Central, como ha ocurrido con Mi Taxi y la fórmula de chatarreo y renovación de vehículos particulares, iniciativas nacionales loables, pero descoordinadas de las políticas metropolitanas y, por tanto, eventualmente contraproducentes. Preocupa la constante rotación de funcionarios en la Gerencia de Transporte Urbano (GTU) y en PROTRANSPORTE. En la primera estamos en el séptimo Gerente y en la segunda en el sexto Directorio. Lo grave es que son los responsables de dirigir y reformar el transporte público. Persisten sistemas empresariales informales que redundan en un servicio de mala calidad. La mayoría de empresas son solo “afiliadoras”.

Metropolitano:

Se iniciaron las obras de construcción del Corredor Segregado Norte-Sur y de la Estación Central, las que continuarán durante el 2008. El servicio se iniciará en junio de 2009. El Metropolitano debería ser la base del nuevo sistema de transporte público que Lima necesita. Para ello debe de ir acompañado de la racionalización de las actuales rutas y de una reestructuración empresarial, entre otras.

Cultura Ciudadana:

En materia de circulación vial es imprescindible un cambio cultural significativo. Éste requiere un plan de largo plazo para mejorar la movilidad urbana, un liderazgo claro y sostenido y la continuidad de políticas, así como campañas públicas de educación ciudadana. No debemos desaprovechar la inauguración del Metropolitano para iniciar ese cambio.

Lo pendiente:

La creación de una autoridad única de transporte metropolitano.
La publicación del mapa de rutas de transporte público racionalizadas.
Los programas de renovación y chatarreo de la flota de transporte público y de eliminación progresiva de combis y colectivos.
Los programas piloto de rutas racionalizadas y de empresas reestructuradas.

2) En seguridad y convivencia ciudadana

Institucionalidad:

Siguen sin funcionar los Concejos Regional y Provincial de Seguridad Ciudadana y seguimos sin un Plan Metropolitano de Seguridad Ciudadana, ni un adecuado mecanismo de cooperación entre la Policía Nacional y los gobiernos regional y municipales de Lima. No obstante, las reuniones entre el Ministro del Interior y los Alcaldes Distritales han sido positivas y deben mantenerse. Está pendiente, para el caso del Cercado, la reestructuración del servicio de Serenazgo, integrándolo con la Policía Municipal.

Victimización:

Los niveles de riesgo siguen elevados, al igual que la percepción de inseguridad, aunque algunas encuestas dan cuenta de una caída en las tasas de victimización. Esto es preciso confirmarlo con otras encuestas. El Municipio Metropolitano debería realizar mediciones regulares de la situación de seguridad en Lima para evaluar el impacto de las políticas.

Policía Nacional:

La Policía, liderada en Lima por el Gral. Octavio Salazar, tuvo una meritoria actuación marcada por la impecable recuperación del Mercado de Santa Anita y un gran protagonismo operativo. Loable sus iniciativas de identificar problemas de la ciudad y poner la información y análisis en manos de las autoridades municipales. Los ejemplos más destacados son el informe sobre Accidentes de Tránsito y la situación de seguridad en Mesa Redonda y otros mercados populares. La iniciativa más importante fue el inicio de la distritalización policial, unificando el mando bajo la autoridad del Jefe Distrital. Aunque con problemas de implementación, la decisión debe profundizarse, para que los alcaldes tengan un solo interlocutor a nivel distrital y que ese rinda cuenta por el trabajo policial. El ejemplo de distritalización debería ser emulado por el Ministerio Público y el Poder Judicial. Sigue siendo urgente fortalecer las comisarías de la ciudad, equiparlas, informatizarlas e integrarlas.


3) En asuntos ambientales

Institucionalidad:

Constituyen avances importantes la aprobación del Sistema Metropolitano de Gestión Ambiental y del “Plan por una Lima y un Callao Verdes”. En ambos casos, hasta ahora, el proceso de implementación es pobre. La Subgerencia metropolitana encargada de temas ambientales carece de fondos para campañas mínimas de control, medición de contaminación o fiscalización. Paradójicamente, su presupuesto, ya franciscano, se reducirá el 2008 en 50%. Mientras el Gobierno Central crea un Ministerio del Ambiente, la MML se comporta contradictoriamente: por un lado, se dota de dos instrumentos fundamentales de gestión ambiental; por el otro, socava su capacidad institucional para implementarlos.

Contaminación del Aire:

Cerca del 70% de unidades de transporte público operan con Diesel 2, refinado en el país, que contiene más de 5000 ppm de azufre.[1] La prohibición para su uso, que entraba en efecto el 2007, fue prorrogada por el Gobierno Central hasta el 2010. Este plazo no puede volver a ser prorrogado. La restitución de las revisiones técnicas después de casi veinte años constituyó un avance estratégico. No obstante, podría ser poco duradero, por los cuestionamientos del propio alcalde a la empresa concesionaria. Es necesario superar los problemas que se presenten en su implementación, pero por ningún motivo debemos quedarnos sin revisiones técnicas.

Residuos Sólidos y Contaminación Sonora:

La cuenta está en rojo: los proyectos de ordenanza para regular estos temas e iniciar un cambio en la conducta ciudadana están “en revisión”, pues las firmas consultoras encargadas de formular propuestas no tuvieron buen desempeño. No hay convicción sobre la necesidad de inducir cambios en el comportamiento ciudadano para comenzar a resolver los problemas.

Cuencas del Rímac, Chillón y Lurín:

Continúa su deterioro, sin variaciones sustantivas. Seguimos soslayando el problema que representará para la ciudad el abastecimiento de agua en los próximos años.

Contaminación del mar:

Es positiva para Lima la implementación del Proyecto Mesías, pero tanto el Colector Norte (Taboada) como el Sur (La Chira) siguen contaminando las aguas del Océano Pacífico. Estos caudales podrían tratarse y ser rehusados para mantener a Lima verde. SEDAPAL debe corregir esta situación, que demanda una inversión millonaria pero indispensable.

Prevención de Desastres:

Lima sigue mal preparada para un desastre natural. De haber ocurrido en Lima el terremoto que asoló Pisco habríamos vivido una catástrofe. Seguimos sin un mapa de riesgos y sin un adecuado programa para la construcción de muros de contención en los asentamientos humanos.

Lo pendiente:

Comenzar a entender lo ambiental como un asunto transversal a ser tomado en cuenta en todas las intervenciones urbanas.
Constituir inmediatamente la Comisión Ambiental Metropolitana y desarrollar el Sistema Metropolitano de Residuos Sólidos.
Publicar el Atlas Ambiental de Lima.
Hacer el Inventario de Áreas Verdes. Desarrollar el mapa de riesgos de la ciudad.
Promover proyectos de desarrollo limpio.
Lograr la incorporación de Lima al Directorio de SEDAPAL.
Aprobar el proyecto para construir muros de contención en los asentamientos humanos.
Diseñar y construir una red de ciclorutas seguras para alentar el transporte regular no motorizado, más allá de los fines recreativos.


4) En espacio público y fomento al esparcimiento

Piletas del Parque de la Reserva:

Punto a favor es el atractivo que genera en el público masivo y popular el renovado Parque de la Reserva. Durante el segundo semestre del 2007, despertó el interés de muchas familias que disfrutan de la visita y añaden al tradicional paseo por el Parque, el disfrute de luces, colores y formas hídricas. En lo negativo, se destruyó parte del patrimonio monumental con que contaba el Parque.

Fiestas Populares:

Positivas son las fiestas o festejos monumentales que se realizan con ocasión del Aniversario de Lima y la Semana de la Canción Criolla. En ellas participan multitudes y la ciudad se convierte en punto de encuentro y espacio de gozo colectivo circunstancial. A contramano está la lógica de rentabilizar parques y espacios públicos lotizándolos para instalar ferias bulliciosas y variopintas[2] que se transforman en permanentes y que, en el extremo, representan una manera de apropiarse privadamente del espacio público.

Ausencia de Política Cultural:

Sigue haciendo falta una estrategia cultural metropolitana, que, entre otros, ponga en valor la riqueza monumental-arquitectónica de Lima, fomente el desarrollo de expresiones culturales y artísticas contemporáneas y contribuya a desplegar la oferta museográfica de la ciudad. La construcción del Museo de Arte Contemporáneo sigue detenida, al igual que la reconstrucción del Teatro Municipal.

Lo pendiente:

Un plan metropolitano para la renovación del espacio público y la riqueza monumental, sin que ello implique inversiones descomunales, con circuitos que incentiven la conquista de Lima por las limeñas y limeños.
Desarrollar un proyecto para la puesta en valor del potencial museográfico de Lima.


5) En uso del suelo y desarrollo urbano

Uso de Suelo:

Durante el 2007 se aprobaron ordenanzas de zonificación de los usos del suelo de todos los distritos, incluyendo balnearios[3]. El propósito fue estandarizar nomenclatura y criterios y reglas uniformes para uso del suelo en todo el ámbito metropolitano, lo que es sin duda positivo. No obstante, la ciudad, en especial sus áreas consolidadas de mayor antigüedad, no cuenta con un plan que mientras alienta el desarrollo inmobiliario mantiene su belleza arquitectónica y preserva áreas de tratamiento especial.

Centro Histórico:

Se avanzó en reparación de pistas y construcción de veredas, lo que es muy positivo. También fue positiva la concesión del Centro Cívico a una empresa inmobiliaria para la construcción de un gran centro comercial. En renovación no se avanzó: el 17% de los inmuebles siguen desocupados y representan un millón y medio de metros cuadrados desocupados, que equivale a la superficie de San Isidro.

El Cercado:

Ha continuado su progresivo deterioro.

Lo pendiente:

Adoptar un plan para la puesta en valor del Centro Histórico, con el activo concurso del sector privado.
Desarrollar una estrategia articulada con todos los distritos para contener y erradicar la práctica de invasiones como mecanismo válido para acceder al suelo y a la vivienda.
Campaña para recuperar pistas y veredas para el uso para el cuál fueron diseñadas: uso público sin limitaciones. No al uso privado de las calles.


6) En finanzas e inversiones públicas

Finanzas:

Las finanzas municipales lucen ordenadas y la cartera pesada reducida al máximo. La recaudación total superior a S/. 900 millones superó con creces la proyección inicial de un poco más de S/. 700 millones. Buena gestión del SAT en la gestión de cobranza, aunque tiende a inmiscuirse en ámbitos que no son su competencia, como la gestión del transporte urbano o la señalización vial. Sigue haciendo falta un sistema idóneo e imparcial para la tramitación de reclamos contra sus decisiones. Se ha fortalecido la capacidad de endeudamiento de la MML aunque se han consumido las opciones de crédito de corto y mediano plazo. La gestión presupuestal transcurre sin sobresaltos, pero con un gran déficit en las funciones centrales de servicios a la ciudad.

Inversiones Públicas:

Gracias al incremento de los recursos municipales, la ciudad vive un boom de inversiones, sobre todo en infraestructura vial. El 2007 se iniciaron las obras del Metropolitano y los intercambios viales en Habich, Universitaria con Colonial y Venezuela y el puente Santa María entre San Martín de Porres y el Cercado, entre otras.

Lo pendiente:

Actualizar el plan de inversiones metropolitanas que data de por lo menos veinte años, y que incluya las necesidades de la Región Metropolitana, en base al diseño de ciudad que queremos, lo que requiere de un proceso público y abierto.
Establecer una estrategia de financiamiento de dichas inversiones, que no ponga en riesgo el futuro de las finanzas metropolitanas, y que incluya el necesario respaldo del Gobierno Nacional y el Congreso de la República.
Debatir e implementar un sistema de recuperación de la plusvalía urbana generada por las inversiones metropolitanas.
Destrabar el ordenamiento interno para lograr el desarrollo de proyectos MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio – protocolo de Kyoto) y desarrollar un liderazgo en la materia.


7) Los Megaproyectos

Tren Eléctrico:

A principios del 2007 se encargó el proyecto a PROINVERSION, quien designará al postor ganador en febrero de 2008. Ya se han invertido US$ 300 millones. Se requiere una inversión adicional de similar magnitud. El compromiso de inversión pública adicional es de US$ 180, además de la que hará la concesionaria, que exige un número seguro de 300,000 pasajeros diarios. Según diversos especialistas la obra es costosa y en las actuales circunstancias no es rentable, por falta de densidad urbana; además, su funcionamiento requiere de subsidio público. El estudio actualizado de demanda de viajes origen – destino debe hacerse público. Con los recursos que se inviertan en el tren se podría ampliar la red del Metropolitano para que llegue al Callao, Ate Vitarte y San Juan de Lurigancho. El diálogo entre el Gobierno Central y el MML permitiría determinar cuál es la mejor inversión para la ciudad y sus habitantes.

Costa Verde:

Se avanzó en desarrollar un Plan Maestro, de carácter integral, con la participación de todos los distritos ribereños, pero lamentablemente sin el Callao. El proyecto aún está en debate y, por su enorme importancia para la ciudad, éste debe ser intenso, técnico y con la mayor participación posible.

La Atarjea y Proyecto Mesías:

Ampliación de la capacidad de procesamiento de agua potable de La Atarjea y puesta en marcha del Proyecto Mesías (Pampas de San Bartolo). Ambas son buenas noticias y la responsabilidad es de SEDAPAL, en cuyo directorio Lima aun no tiene presencia. Debería estar.

Piedras Gordas:

Cordón verde y desarrollo habitacional en el eje Piedras Gordas – Ancón: primeras definiciones y reserva normativa. El asunto es responsabilidad del Ministerio de Vivienda y PROINVERSION.


8) En buen gobierno

Plan de Desarrollo Metropolitano:

Lima sigue sin un Plan de Desarrollo Metropolitano y Regional. La profusión de obras físicas, sobre todo viales, no forma parte de un diseño estratégico de largo plazo; se insertan más dentro de un plan de obras que de un plan o proyecto de ciudad. Pareciera que tal o cual obra se decide ejecutarla más en función de prioridades políticas del alcalde y de disponibilidad financiera que del cumplimiento ordenado de un plan metropolitano de inversiones[4].

Políticas Metropolitanas:

Se aprobó la creación del Sistema Metropolitano de Gestión Ambiental, lo que constituye un paso muy importante. En otros ámbitos, como el transporte público o la seguridad ciudadana, existe poco interés por construir una “política” metropolitana. Los Alcaldes Distritales siguen sin ser convocados.

Concejo Metropolitano:

El Alcalde no participa en sus sesiones, salvo al momento de pasar lista. El acceso de los Regidores a la información pública relevante es restringido. No hay debate y discusión de los temas sustantivos de agenda; tampoco de las prioridades de la gestión metropolitana.

Gobierno Regional de Lima:

La Alcaldía Metropolitana sigue sin asumir la Presidencia de la Región Lima y las responsabilidades que de ella se derivan.

Transparencia:

Poca transparencia y subestimación del interés ciudadano por la información completa y oportuna. La página web del Municipio Metropolitano no está debidamente actualizada, incluyendo la información presupuestal, ni es presentada de manera amigable. La discusión presupuestal en el Concejo Metropolitano es limitada y se lleva a cabo sin la información necesaria. Sobre las obras metropolitanas, necesitamos saber cuánto se estimó que costarían y cuánto costaron y cómo se financiaron. También sería útil conocer los ingresos por peajes, por alquiler de espacios públicos y por entradas a ver las piletas, entre otros.

Participación ciudadana:

Se cumple con las formalidades pero no se promueven mecanismos participativos abiertos y permanentes.

Rendición de cuentas:

No hay política de rendición de cuentas.

Simplificación administrativa:

Se cumple con la norma del silencio administrativo positivo y se han simplificado trámites. Sin embargo, el TUPA 2008 aún no ha sido revisado integralmente bajo el tamiz de estos nuevos preceptos. Tampoco se ha avanzado en desarrollar una base de datos única de contribuyentes.


Lima, 14 de enero de 2008

[1] Muy por encima del mínimo permisible establecido por la Organización Mundial de la Salud.
[2] Los más claros ejemplos son la zona de parqueo del Gran Parque de Lima, la Alameda Chabuca Granda y otros espacios restaurados en gestiones anteriores.
[3] Quedó pendiente, a pedido de las autoridades y vecinos, la zona del valle bajo del distrito de Pachacámac, hasta que se formule una propuesta concertada dentro de los próximos 30 días.
[4] El denominado PLANMET data de 1986-1987 y fue aprobado en 1990 para un período de 20 años. No cabe duda que necesita, por lo menos, una exhaustiva revisión y actualización.