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1. El nuevo Gabinete presidido por Yehude Simon como Primer Ministro ha entrado en muy poco tiempo (días, para ser más exacto) en un periodo de crisis interna que ha sorprendido a todos. Las declaraciones públicas del Premier y de los ministros de Economía, Interior, así como el entredicho con funcionarios del interior, entre otros fueron evidenciando el desorden y carencia de liderazgo en el Gabinete, además de la evidencia de discrepancia entre el Primer Ministro y el Ministro de Economía respecto de la política económica.
Las circunstancias en que se produce el cambio en cierta medida no eran las mejores, por tal razón se podía explicar las vacilaciones de las primeras horas. Pero analizando el marco en que se produce el cambio podemos destacar puntos críticos que pueden marcar el rumbo del nuevo Gabinete. Veamos:
• El nuevo gabinete con la inclusión de seis nuevos ministros no sale producto de un giro en la política del gobierno, sino del desmadre ocasionado por el hallazgo de la corrupción en el más alto nivel que involucró a ministros de Gobierno, funcionarios y un ex parlamentario aprista. Se evidenció que era una salida de coyuntura, para superar la crisis política, y se expresa en la composición de Ministros que no concuerdan ni coinciden en la política a seguir frente a la crisis.
• El nuevo gabinete tiene que afrontar una crisis económica declarada tanto por la crisis de las Bolsas de Valores en Estados Unidos y Europa como por la crisis nacional.
En el plano nacional, la manifestación de la crisis ha obligado al MEF a imponer una política severa de reducción del gasto público, paralizando el aparato público y las inversiones de los proyectos de infraestructura.
• El presidente García no ha mostrado interés en cambiar el modelo económico de apertura y liberalización de la economía. No está dispuesto a dar un giro de la política económica; sin embargo se propone contener los reclamos sociales sin modificar la política económica ni las alianzas políticas en el poder.
2. La perspectiva del nuevo gabinete está marcado por las diferencias de enfoques del Premier Yehude Simon respecto del Presidente y del MEF. Además de la debilidad que muestra por no contar con alianzas políticas ni en el Congreso ni en la política nacional que le respalden en su intención de conducir el gobierno con posiciones y políticas propias.
Las diferencias de enfoques son evidentes. El Presidente García, al momento de la Juramentación le señaló tres directivas precisas al Primer Ministro: enfrentar la crisis internacional, luchar contra la corrupción y luchar contra la pobreza; sin que eso signifique alterar o cambiar el rumbo de la política económica dirigida por el MEF.
Yehude Simon, al aceptar el cargo, lo hizo con el evidente propósito de fortalecer la regionalización y por eso sus primeras declaraciones estuvieron orientadas a presionar al MEF por mayores recursos para las regiones y para atender las demandas laborales de la población.
3. Las alianzas políticas que Yehude Simon ha pretendido construir para lograr estabilidad en su gestión son muy débiles. Prácticamente no hay posibilidad que se construya alianzas, pactos o consensos políticos en su gestión por lo encontrado que se encuentran las propuestas. Veamos:
• Su principal basa, los presidentes de los Gobiernos Regionales, organizados en la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) le han dado apenas una tregua de una semana. Si en una semana (27 de octubre), Yehude no logra que el MEF restituya los 400 millones de soles recortados del presupuesto 2008, la ANGR romperá el diálogo y tomará otras medidas (no dicen medidas de fuerza);
• Sus posibles aliados políticas: la tecnocracia de izquierda, opuestos al modelo económico neoliberal, le han propuesto tomar medidas de ajuste en el sentido de: incrementar la tasa tributaria de las empresas mineras, elevación de aranceles (reforma arancelaria), protección del mercado interno (por tanto se oponen a los TLC con Europa y China) y conformación de bloques económicos en América Latina. En palabras de Carlos Franco: “(Yehude Simon) tiene que decirle a los empresarios ustedes han crecido, ahora tienen que pagar más impuestos. Si no hace eso, en tres o cuatro meses el país entrará en grave crisis” (Diario La Primera, 20 – 10 – 2008). Le han puesto como condición para que tenga éxito, que se enfrente al Ministro de Economía y a la Ministra del MINCETUR, con lo cual le están empujando a una crisis de gabinete de corto plazo.
• Las organizaciones sindicales y populares como la CGTP – SUTEP – Federación Médica, ya le exigieron que el diálogo se haga con la Coordinadora Política Social, que es el frente que agrupa a las posiciones más radicales de la izquierda, y que tienen una agenda muy precisa: oponerse al Foro APEC, levantando como alternativa la Asamblea Nacional de los Pueblos, convocado para los mismos días del Foro. Obviamente, su objetivo es constituir una base social de oposición al Gobierno con miras a convertirse en alternativa de gobierno en abierta confrontación al modelo de apertura económica.
4. La carencia de aliados políticos sólidos y la enorme debilidad de su propio partido (Partido Humanista) le han puesto en el escenario más crítico. Los partidos van a entrar en una fase de crisis interna y de definiciones de hegemonías en su interior.
El Partido Aprista, seriamente golpeado por el viraje de Alan García hacia el centro izquierdo, pero más deteriorado por el escándalo de la corrupción que golpea a sectores encumbrados del APRA, ha acelerado las pugnas internas. El Apra como partido no está dispuesto a perder sus cuotas de poder logrados en el gobierno y van a defender no solo el regreso de sus partidarios en el gabinete, sino se van oponer a todo cambio de cuadros apristas en los puestos claves: todos los programas relacionados con las inversiones sociales y las gobernaciones. Todo lo cual debilitará la gestión de los nuevos ministros puestos por Yehude Simon.
Los partidos de izquierda y centro izquierda, van a entrar en crisis por las discrepancias respecto a la táctica frente al nuevo gabinete. De hecho no van a lograr unidad de acción por discrepancias en los objetivos políticos, y porque tras ellos tienen una posición mucho más radical antipartido que les socava internamente la posibilidad de constituir un bloque político o alianzas políticas amplias para construir su alternativa de gobierno.
El nuevo Gabinete frente a los Conflictos Sociales
5. Los conflictos sociales no dan tregua por una razón: porque no tienen dirección, ideología ni se encuentran sujetos a plataformas o cronogramas políticos. La característica más importante de los conflictos sociales es su naturaleza confrontacional liderados por grupos disímiles con alta capacidad de enfrentamiento en calles y carreteras. Esto hace que, en efecto, sea muy difícil que se tenga una estrategia de prevención que genere la sensación de tregua social como lo pide el Primer Ministro.
La prueba de ello son los conflictos en curso que no se derivan ni están en función del cambio de gabinete. En el más breve plazo los conflictos más serios que se van a presentar son :
• Pobladores de la cuenca del río Huaura-Oyón convocaron a un paro para este jueves y viernes, así como a una movilización hacia Lima para noviembre, ante la demora en el asfaltado de la carretera Huaura/Río Seco-Sayán-Churín, Oyón-Yanahuanca-Ambo. Dicen que la obra fue anunciada en el último mensaje presidencial y está contemplada en el SNIP.
• Desde el sábado pasado, autoridades y organizaciones populares y sociales de la provincia de Chota acatan un paro indefinido exigiendo al Gobierno el asfaltado de la carretera Chongoyape-Chota-Cajamarca. Las autoridades ediles se encuentran en negociación con la PCM.
• Los obreros de la Municipalidad Provincial de Chiclayo iniciaron una huelga indefinida en demanda de mejoras salariales. La actual administración edil ha asegurado que no aceptará chantajes e, incluso, ha indicado que tiene un plan de contingencia para enfrentar la medida.
• Comuneros de Acora (Puno) iniciaron, el domingo pasado, un paro de 72 horas contra el alcalde de esa localidad, Iván Flores Pilco. Ellos rechazan supuestos actos de corrupción en esa administración. Un grupo de manifestantes, incluso, tomó temporalmente el local edil y retuvo al burgomaestre durante 4 horas.
6. Si a ello le sumamos el probable conflicto en el Sur por la paralización de la construcción de la carretera interoceánica previsto para dentro de 15 días (segunda semana de noviembre), el panorama se torna bastante crítico. Como sabemos las empresas constructoras han demandado un incremento de 500 millones de dólares porque los costos han subido, y han convencido a las Cámaras de Comercio de Cusco – Puno – Arequipa – Moquegua – Ilo (las zonas más convulsas) que integran PERUCAMARAS para presionar al Gobierno y al Parlamento para que autorice el gasto mencionado. Hay que recordar que en el Congreso existe una comisión que está investigando las presuntas irregularidades en la concesión de las obras de la Interoceánica Tramos 2 – 3 – 4.
7. La lectura que Yehude Simon hace de los conflictos sociales no es acertada. Considera, por un lado que los sectores se hagan responsables de atender las demandas de los pobladores movilizados, sin considerar que muchos de los conflictos tienen que ver con disputas de poder y liderazgos, y que otros tienen que ver con políticas de gobierno y de Estado (que exigen decisión del Congreso).
Por otro lado, cree que la estrategia de las mesas de diálogo es el mecanismo apropiado para prevenir y solucionar conflictos. En verdad lo que se puede deducir del periodo de conflictos sociales 2006 – 2008 es lo siguiente:
• Que hay un agotamiento y descrédito de las mesas de diálogo. Los actores de los conflictos prefieren las negociaciones bilaterales porque les permite llegar a acuerdos inmediatos y prácticos.
• Las mesas de diálogo se han agotado y desacreditados porque, por un lado, se presentan plataformas con puntos de muy difícil tratamiento que exigen comisiones de trabajo que prolongan la solución del problema; y por otro, porque los actores directos de los conflictos son sustituidos por los mediadores del conflicto.
• Porque los actores del conflicto prefieren el diálogo directo con el poder central y no confían de los negociadores o los representantes del ejecutivo. De ahí la exigencia para que sea el propio Presidente del Consejo de Ministro esté en cada negociación (por ejemplo en el conflicto reciente entre Tacna y Moquegua, resulta que el Alcalde de Candarave, Tacna, exige la presencia del Primer Ministro para que participe en su Mesa de Diálogo de la provincia de Candarave para llegar a un acuerdo sobre el uso del recurso hídrico para las actividades mineras). Esto, por supuesto terminará liquidando toda posibilidad de institucionalizar la solución de las demandas.
8. Es posible determinar que en cuanto a los conflictos sociales estamos frente a una nueva situación que va a influir mucho en su intensidad y radicalidad. Es posible determinar que vamos a ingresar a un periodo donde los conflictos ya no se presentan por la distribución de las ganancias o del canon (en el caso de los conflictos mineros). Los conflictos en este nuevo periodo de crisis económica y de reducción de los ingresos por la reducción del canon, se presentarán por impedir perder los recursos asignados, los derechos adquiridos y los montos establecidos en la distribución del canon.
Serán, por tanto, conflictos defensivos. La población sentirá que están perdiendo conquistas históricas, y eso como sabemos tiene una alta dosis de subjetividad y de violencia.
Un poco de calma. ¿Qué se puede hacer en esta circunstancia?
Dos ideas básicas:
1. Si se trata de lograr superar la crisis inmediata que enfrentaría al Gabinete con los presidentes regionales, lo que se requiere es superar los conflictos internos en el Gabinete, y definir una sola política en relación a las demandas de los gobiernos regionales de no sufrir los recortes de los 400 millones de soles del presupuesto 2008.
2. Si se trata de lograr de la tregua con el movimiento social para no agudizar los conflictos sociales en curso, de lo que se trata, entonces es considerar lo siguiente:
• No repetir la experiencia de las mesas de diálogo porque eso entramparía al Ejecutivo y le restaría credibilidad al gobierno en el manejo de las crisis sectoriales y regionales.
• Es mejor trabajar puntos fundamentales de la coyuntura política para lograr nuevos consensos con los actores políticos. Por ejemplo: se requiere que el Gobierno Nacional establezca bases de acuerdos con las comunidades amazónicas y las empresas petroleras respecto del marco normativo institucional para la explotación racional de los recursos naturales.
• Considerar que la mejor política de prevención de conflictos es la transparencia en la gestión, impulsando una efectiva política de moralización y “despartidarización” de la gestión pública.
No hay mucho por hacer o cambiar en tan poco tiempo, y con tanta incertidumbre tanto interna (en el gabinete) como en el curso de la crisis económica.